el valor de nada

May 26, 2023

¿Cuanto vales? ¿Necesita consultar el saldo de su cuenta de ahorros para responder a esa pregunta? ¿Tiene que recordar cuántos dígitos componían el precio de su camisa comprada más recientemente para determinar su valor? O bien, puede mencionar su pedido de café de tamaño venti en Starbucks, personalizado en miles de formas para aumentar aún más ese costo altísimo.

Pero, de nuevo, ¿cuánto vales? Después de que hayas vaciado tu cuenta de ahorros para pagar tus deudas, después de que la vieja lavadora haya deshilachado la camisa que tanto te gustaba exhibir, y después de haber bebido la última gota de café de la taza que terminará en la nada. pero el bote de basura, ¿cuánto vales realmente?

"¿Por qué yo? ¿Me merezco esto?" Esto se ha vuelto cada vez más común escuchar de personas consumadas que tienen todo el derecho a los elogios y el reconocimiento que se les dirige. Pero cuánto vale uno ni siquiera se trata de logros o de superar a nadie. Es una cuestión de valor de un individuo después de que se quedan con nada más que su piel desgarrada y defectuosa.

"¿Por qué yo?" Había logrado recibir esta pregunta, dudosa reciprocidad de un amante a mi sincero cariño una noche. Mi mente rugía angustiada por obtener una respuesta suficiente para poner en palabras todos los sentimientos y el compromiso que tenía, y todavía tengo, por esta persona. Podría haber enumerado todas sus características obvias de fanfarronería y "digno de Instagram". Es convencionalmente atractivo. Él es alto (un 6 pies en eso). Él es un modelo. Sabe cómo mezclar y combinar prendas y lucir elegante en el conjunto final. Ha viajado a varios países mientras toma fotos y filma videos juguetones. Él es el paquete completo. Sin embargo, era mucho más difícil y complicado que eso.

Esa noche, nadie más que nosotros podía oír lo que murmurábamos. No había multitud presente antes de un escenario para aplaudir su deslumbrante físico. Ningún seguidor de Instagram tenía acceso a nuestro intercambio, que podía aprobar o desaprobar con un simple toque doble o un desplazamiento. Sólo estábamos nosotros en la oscuridad de la noche. No había necesidad de alardear, de poner una fachada.

Al final del día, ¿qué es lo que amo de este hombre? ¿Cuánto valor veo en él? Cuando nadie y nada más está ahí para cubrir o comparar, ¿qué me hace decir: "Este es el hombre que elijo"?

Le dije como me encanta que sea sencillo y práctico. Él es financieramente capaz. Ha viajado a muchos lugares con tan solo 24 años. Y sin embargo, cuando le pregunté qué quería hacer en su cumpleaños, me dijo que quería comer en Mang Inasal. Allí estaba recordando la primera vez que vi la foto de este hombre y me sentí intimidado, solo para descubrir más tarde que el pollo asado y el arroz ilimitado eran suficientes para honrar su existencia.

También le dije que me encantaba que hubiera respondido entre risas con "3 en 1" cuando le pregunté cómo le gustaba su café. Ni siquiera pude evitar reír junto con él también.

Estos, por supuesto, pueden desacreditarse fácilmente. Seguramente hay al menos otra persona que estaría feliz de comer una comida de Mang Inasal para su cumpleaños. Cualquier filipino con poco presupuesto estaría satisfecho con un café caliente 3 en 1 por la mañana. Además, no es el único modelo alto, guapo y elegante que viaja por el mundo.

Realmente nunca sentí la necesidad de probar la credibilidad de mis razones. Sin embargo, el universo tal vez había estado planeando todo el tiempo para obligarme a hacerlo. A través de un amigo, este hombre que había puesto en un pedestal me revelaría la base engañosa de su afecto, que tenía miedo de la confrontación y la consecuencia de que me doliera.

En ningún sentido soy religioso, pero aparentemente había asumido el papel del padre perdonador de "La parábola del hijo pródigo" en ese momento. Después de los sentimientos transitorios de dolor y lesión, no sentí nada más que el deseo de comprender las motivaciones de este hombre para decir mentiras, para ayudarlo a mejorar. No sentí ira, a pesar de que había perdido la cara, toda la belleza antes a la vista.

Fue entonces cuando me di cuenta. Al final del día, ¿qué es lo que amo de este hombre? ¿Cuánto valor veo en él? No es que él sea este modelo alto, guapo y elegante que viaja por el mundo. Ni siquiera era que él es simple y práctico y un tipo de "café 3 en 1". Es que a través de su fachada ostensiblemente perfecta, es digno y merecedor de respeto y por ello vale más que la cuenta bancaria más gorda, la camisa más cara o el brebaje de café más exótico.

La belleza está en el ojo del espectador, y la belleza, en este caso, es el valor de una persona, su valor. ¿Cuánto valor hay cuando todos los frentes que alguien ha puesto deliberadamente se derrumban? La respuesta es engañosamente simple: depende de cómo uno lo vea. Uno puede dejar caer un cuenco de cerámica, pero lo que esa persona haga a continuación determina el valor de esas piezas rotas que alguna vez estuvieron completas. Se pueden tirar, pero se pueden reparar como el kintsugi del arte japonés.

El valor de una persona nunca es grandioso en un sentido ostentosamente tangible. Más bien, es ruidosamente silencioso e inmaterial. Nuestro valor, nuestro valor, siempre está dictado por cómo nosotros y las personas selectas que se preocupan por nosotros damos cuenta de quiénes somos en nuestro núcleo, la nada imperfecta pero válida después de que se quita todo lo demás.

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Angela Santos, de 23 años, estudia escritura creativa en la Universidad de Filipinas Diliman. Escribe sobre todo poesía y no ficción creativa. Instagram: @angelas.escribe

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